Lesión o Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior

Las lesiones del ligamento cruzado anterior pueden ser parciales (esguince) o completas (desgarro). El paciente suele escuchar un chasquido o clic en la rodilla durante la lesión. Son frecuentes durante la práctica de actividades que implican paradas repentinas, torsiones, cambios de dirección, saltos y caídas con ambos pies: futbol, basquetbol, futbol americano, esquí, tenis, entre otros deportes.

Cuando este ligamento se lesiona, el paciente suele sentir que su rodilla se mueve ya que la articulación pierde el tope natural que evita que se mueva hacia adelante.

La mayoría de las rupturas LCA se presentan en la mitad del ligamento, o bien, en su anclaje con el fémur. Dado el origen traumático de la lesión de ligamentos, puede haber otros tejidos lesionados, como el cartílago o los meniscos, y es necesario el tratamiento profesional ya que estas lesiones no sanan por sí mismas, el tejido no cicatriza ni se regenera solo.

¿Cómo se rompe el ligamento cruzado anterior?

Una lesión del LCA puede presentarse en los siguientes escenarios:

Al recibir un impacto fuerte en la rodilla, por ejemplo recibir un golpe directo, o chocar con otro cuerpo.
Un movimiento inadecuado, impacto o golpe durante la práctica de deportes de contacto, por ejemplo hacer una parada repentina al correr, o cambiar de dirección con el pie firmemente apoyado en el suelo, entre otros.
Una extensión forzada de la rodilla.
Una caída inadecuada tras un salto.

Síntomas de lesión del ligamento cruzado anterior

Chasquido o tronido al momento de la lesión.
Inflamación de la rodilla después de haberse presentado la lesión.
Dolor al tratar de apoyar la pierna lesionada al ponerse de pie, caminar o soportar peso.
Sensación de inestabilidad y falta de fuerza.

Evaluación del ligamento Cruzado

El especialista debe realizar una exploración física para examinar la rodilla, analizar si hay inflamación sensibilidad, evaluación de la amplitud de movimiento y funcionamiento de la articulación en diferentes posiciones.

En ocasiones el diagnóstico puede realizarse solo con base en la exploración física, pero para determinar la gravedad de la lesión y descartar otros padecimientos, se recomiendan otras pruebas especializadas.

Evaluación con Pruebas Especiales

Radiografía. También conocidas como rayos X se usan para descartar fracturas en, o alrededor de, los tejidos de los huesos que forman la articulación.
Resonancia magnética. Estudio de imagen que permite visualizar la estructura de la rodilla de forma especializada para encontrar las lesiones en meniscos, cartílagos y ligamentos, de modo que se obtiene un diagnóstico de alta precisión.
Ultrasonido. Puede utilizarse para visualizar las estructuras internas por medio del uso de ondas sonoras, detectando lesiones en tendones, músculos y ligamentos de la rodilla.

Tratamiento de Ruptura del Ligamento Cruzado Anterior

Con base en las pruebas diagnósticas y la evaluación clínica se determinará la gravedad de la lesión y el tratamiento a seguir. Este dependerá de la edad del paciente, su actividad personal, laboral o deportiva y sus aspiraciones para realizar deportes.

Los casos más leves pueden requerir descanso y ejercicios de rehabilitación para recuperar la estabilidad y fuerza, mientras que los casos avanzados o graves pueden requerir una cirugía de reemplazo articular, seguida de rehabilitación, por ello es importante acudir con un especialista.

Recupere el movimiento y viva sin dolor

Las lesiones articulares causan dolor, inflamación, sensación de falta de estabilidad, restricciones en el movimiento normal y, por ende, disminución de la calidad de vida al dejar actividades como el deporte. Agende su cita con nosotros, somos médicos ortopedistas, con larga trayectoria y experiencia en la evaluación y tratamiento de las lesiones de rodilla más comunes como la lesión de meniscos y bursitis de rodilla.