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ToggleLas protuberancias e inflamaciones en las articulaciones nunca son normales y pueden causar dolor e incomodidad ante el movimiento, tal es el caso del quiste de Baker del cual te contaremos a continuación.
También conocidos como quistes poplíteos, el quiste de Baker es una afección en la que se forman bultos en la parte trasera de la rodilla; lleva su nombre por el Dr. William Morrant Baker, cirujano que la explicó por primera vez en 1877. Se trata de quistes llenos de líquido que provocan rigidez, molestia y dolor al mover o extender la rodilla afectada, en algunos casos empeora el dolor al estar activo o flexionar la rodilla.
En general, el quiste de Baker es resultado de un problema en la articulación como la ruptura de un cartílago o el desgarro de los meniscos, ruptura o lesión del ligamento cruzado anterior (LCA), o bien, una enfermedad como artritis, artrosis, sinovitis, enfermedad reumática o del tejido conectivo, entre otras. Estas afecciones provocan que la articulación produzca demasiado líquido, que acaba convirtiéndose en un quiste en la parte más posterior y medial de la rodilla, es decir, entre el gemelo medial y semimebranoso.
El quiste de Baker es un indicativo de que se produce un proceso inflamatorio en la rodilla; el quiste, o la “bolsa” que se rellena de líquido es parte de la anatomía de la rodilla, pero cuando la articulación nota que hay un problema (como un desgarro) segrega más líquido para lubricar, reducir la fricción y el rozamiento entre los huesos. Este exceso de líquido entra en la bolsa, inflamándose y produciendo el quiste de Baker.
Algunos pacientes comienzan a percibir una especie de tope físico al flexionar la articulación, que en ocasiones puede ser doloroso por lo que puede dificultar la flexión. Cuando es muy grande, se puede percibir un bulto detrás de la rodilla al palpar, y en raras ocasiones es visible.
En algunas ocasiones, los quistes de gran tamaño pueden romperse de forma espontánea, y el líquido que contiene se riega y dispersa por la pierna, provocando inflamación, dolor y molestia que, en algunos pacientes, puede confundirse con una trombosis venosa. En el caso del quiste de Baker, este derrame no es peligroso y el líquido se reabsorberá.
En adultos, el quiste de Baker es benigno y en la mayoría de los casos no se requiere un tratamiento como tal, ya que el líquido suele reabsorberse al tratar la condición que lo causó; por ejemplo, al reparar unos meniscos desgarrados y evitar la fuga de líquido, el quiste irá desapareciendo.
Únicamente en los niños, o en casos de quistes de Baker que aparecieron sin un problema en la rodilla, se realiza una cirugía artroscópica, mínimamente invasiva, para romper el quiste. Posteriormente se recomiendan analgésicos, antiinflamatorios y reposo de la articulación mientras se reabsorbe el líquido.
Los quistes muy grandes o que provocan problemas vasculares o en los nervios pueden requerir una cirugía abierta para extirpar el quiste.
En muchos pacientes, el diagnóstico del quiste de Baker es casual y relacionado con la lesión adyacente ya que no siempre se presenta dolor, y la molestia para flexionar la rodilla suele asociarse a las causas que provocaron el quiste, como el desgarro de los meniscos.
Los estudios de imagen se requieren para diagnosticar lesiones quísticas, especialmente si no son palpables, por lo que se utilizan ecografías, radiografía, tomografía computarizada y resonancia magnética, siendo esta la mejor prueba para detectarlos.
El quiste de Baker puede volver a aparecer, por lo que es importante el cuidado posterior a la cirugía o al tratamiento conservador:
Si te realizaron una cirugía artroscópica, probablemente te recomienden volver a caminar lo más pronto posible, pero recuerda que debes evitar las actividades extenuantes y el sobreesfuerzo, o bien, utilizar una rodillera durante varias semanas para mantener la articulación inmóvil.
La fisioterapia es muy importante para recuperar el movimiento, mejorar la amplitud, aliviar la rigidez y fortalecer los músculos que rodean a la rodilla.
Si vives en la Ciudad de México y sufres dolor, rigidez o lesiones de rodilla, no dejes pasar mucho tiempo y agenda tu cita con el Dr. Ismael Alba, traumatólogo y médico ortopedista con especialidad en cirugía articular, cirugía artroscópica, operación de rodilla y hombro, así cómo de lesiones deportivas. Escríbenos a través del formulario de contacto para agendar tu cita, con gusto te atenderemos.
El Dr. Ismael Alba es Ortopedista y Traumatólogo egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Hizo su formación de subespecialidad en Cirugía Articular, Cirugía Artroscópica y Lesiones Deportivas en el Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). Cuenta también con una maestría en Ciencias Médicas y un diplomado en Alta Gerencia y Dirección de Servicios de Salud.
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